Tokio. (PL) El gobierno japonés anunciará próximamente su política sobre el traslado de una base estadounidense en Okinawa, adelantó hoy el primer ministro Yukio Hatoyama, a quien la Casa Blanca presiona por una decisión al respecto.
Fijaré la política del gobierno pronto y lo haré consultando a los ministros de mi gabinete, dijo Hatoyama, pero sin precisar una fecha.
El tema tensa las relaciones entre Washington y Tokio desde la llegada del nuevo gobierno al poder en septiembre pasado, ante la promesa del Partido Democrático de Japón de revisar un plan acordado por el Liberal Democrático sobre la reubicación de la base de Futemma, en la isla de Okinawa.
Según el pacto, la instalación debe ser trasladada para 2014 de Ginowan a Nago, de menor densidad poblacional.
Los dos países crearon un grupo de trabajo para tratar de resolver el conflicto lo antes posible, pero a pesar de las reuniones sostenidas con ese fin, la solución sigue pendiente.
Tal situación ya causa problemas en la coalición gobernante, integrada también por los partidos Nuevo Popular y Social Demócrata. Esa última formación, opuesta al referido plan acordado con Estados Unidos, amenazó con abandonar la alianza si el gobierno decide mantener la base de Futemma en Okinawa.
La revisión del acuerdo busca aliviar el peso que para la población representa la presencia militar norteamericana en el territorio, apreciable en la contaminación ambiental y delitos cometidos por soldados del Pentágono, entre otros problemas.
Fijaré la política del gobierno pronto y lo haré consultando a los ministros de mi gabinete, dijo Hatoyama, pero sin precisar una fecha.
El tema tensa las relaciones entre Washington y Tokio desde la llegada del nuevo gobierno al poder en septiembre pasado, ante la promesa del Partido Democrático de Japón de revisar un plan acordado por el Liberal Democrático sobre la reubicación de la base de Futemma, en la isla de Okinawa.
Según el pacto, la instalación debe ser trasladada para 2014 de Ginowan a Nago, de menor densidad poblacional.
Los dos países crearon un grupo de trabajo para tratar de resolver el conflicto lo antes posible, pero a pesar de las reuniones sostenidas con ese fin, la solución sigue pendiente.
Tal situación ya causa problemas en la coalición gobernante, integrada también por los partidos Nuevo Popular y Social Demócrata. Esa última formación, opuesta al referido plan acordado con Estados Unidos, amenazó con abandonar la alianza si el gobierno decide mantener la base de Futemma en Okinawa.
La revisión del acuerdo busca aliviar el peso que para la población representa la presencia militar norteamericana en el territorio, apreciable en la contaminación ambiental y delitos cometidos por soldados del Pentágono, entre otros problemas.
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