lunes, 21 de diciembre de 2009

A 20 años de la invasión a Panamá familiares de caídos reclaman justicia


Más de 26 mil efectivos militares nortemericanos y proximadamente 400 bombas lanzadas a barriadas populares de Panamá, fueron suficientes para devastar un país, que a la fecha aún reclama justicia.

Tras dos décadas de la noche fatídica del 20 de diciembre de 1989, cuando marines estadounidenses invadieron la nación centroamericana, dejando hasta ahora, un incalculable número de víctimas, la Asociación de Familiares de Caídos, demandaron este domingo justicia por la agresión a la que fueron sometidos.

Dirigentes de la organización exigieron que la fecha sea declarada Día de Luto Nacional, como un homenaje a quienes perdieron la vida en la agresión norteamericana.

El secretario general del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), Mitchell Doens, señaló que los panameños no merecían esa matanza masiva, al tiempo que alertó sobre la intención del actual gobierno panameño de establecer nuevas bases aeronavales en su país, con la participación de militares estadounidenses.

Asimismo, el ex ministro de Obras Públicas Benjamín Colamarco, responsable en aquel entonces de los Batallones de la Dignidad, destacó la actitud de los panameños que con dignidad combatieron para defender la patria.

La invasión fue ordenada desde Washington, por el presidente estadounidense de esa época, George Bush (padre), bajo el mal llamado nombre de "Causa Justa", el cual involucró a unos 26 mil efectivos de unidades élites, a los cuales se sumaron otros 12 mil localizados en las bases militares desplegadas en el territorio panameño.

Con la excusa de apresar al dictador panameño Manuel Antonio Noriega, por presuntos cargos de narcotráfico y de apropiación indebida de bienes de capital estadounidenses, marines bombardearon el barrio El Chorrillo y San Miguelito.

En una operación en horas de la madrugada, tropas norteamericanas lanzaron más de 400 bombas, dejando totalmente devastadas las populosa barriadas, con un saldo aún desconocidos de víctimas inocentes.

Paradojicamente, el General Manuel Antonio Noriega, quien ejercía la presidencia de Panamá, fue uno de los principales colaboradores de la Agencia Central de Inteligencia ( CIA ) durante la década de los ochenta.

Bases norteamericanas amenazan la región

A 20 años de la invasión a Panamá, bases norteamericanas siguen amenazando la región, en esta oportunidad con la activación de la Cuarta Flota y el acuerdo suscrito por el gobierno de Colombia con Estados Unidos, donde al menos siete bases militares colombianas serán utilizadas por tropas estadounidenses.

A éstas se le suman, las intenciones manifiestas del presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien ha puesto a la orden el territorio de la nación centroamericana, para activar bases militares norteamericanas.

Noriega prisionero y llevado a EE.UU

Tras la invasión, Noriega fue detenido y llevado a Estados Unidos para ser enjuiciado bajo las imputaciones de narcotráfico y lavado de dinero, interpuestas desde 1988.

Noriega, quien cuenta hoy con 75 años, fue sentenciado a 40 años de prisión, pero por buena conducta la condena le fue reducida a 17 años, la cual cumplió el 9 de septiembre de 2007.

Su permanencia aún en prisión, se debe a que la defensa legal trata de hacer valer su condición de "prisionero de guerra" para evitar la extradición a Francia -donde es reclamado por blanqueo de dinero- y volver a su país a enfrentar otros cargos judiciales.

La decisión está actualmente en manos de la Suprema Corte de Estados Unidos.

teleSUR-PL-La jornada/sv - FC

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