jueves, 29 de julio de 2010

Necesitamos una contraloría que se anticipe a los hechos de corrupción, dijo el concejal Jaime Caicedo



* Inquietud porque en informe de la Contraloría Distrital al Concejo no aparecen temas centrales para la ciudad y que preocupan a la ciudadanía.

Haciendo uso del recurso legal de las contralorías, como es el control de advertencia, podría anticiparse la ocurrencia de actos de corrupción en la administración pública y no esperar a que los hechos cumplidos terminen en manos de la Fiscalía General de la Nación, pero con el daño ya causado, dijo el concejal Jaime Caicedo Turriago al referirse al informe presentado por el contralor distrital.

“Necesitamos de la Contraloría Distrital una injerencia más directa en estos asuntos. Tenemos que hacer uso de los mecanismos existentes, que aunque limitados, pueden impedir de alguna forma que se produzcan hechos de corrupción”, dijo el concejal del PDA.

Caicedo Turriago expresó su desacuerdo con la percepción generalizada de que lo público es sinónimo de corrupción. “Ha hecho carrera el criterio de que lo privado es puro moralmente. Pero lo que está saliendo a la luz pública, por lo menos en lo atiente a las obras públicas, es que el sector privado está profundamente corrompido. A esto contribuye el enfoque neoliberal que impone la privatización de todo servicio y empresa pública y la desaparición casi total del Estado, impidiéndose el control social y político sobre las inversiones públicas, la mayoría en manos de particulares”, indicó.

No aparecen tema centrales para la ciudad

A pesar de que el concejal del PDA calificó como positivo el informe de gestión presentado por el contralor distrital, manifestó su insatisfacción al respecto puesto que tal documento no menciona aspectos cruciales para la ciudad que deberían ser objeto del control fiscal.

“Hay serias denuncias de la ciudadanía que está siendo afectada por la expulsión de pobladores pobres del centro de la ciudad por cuenta del Plan Centro. No tenemos una posición del contralor sobre el proyecto Ciudad Salud, tan duramente criticado por sectores sociales y de la salud. No conocemos puntos de vista de esa entidad sobre la barbarie ambiental que están provocando multinacionales en las cuencas de los ríos, con grave afectación para los habitantes de la zona. Hay toda una suerte de implicaciones sociales y fiscales nocivas para la ciudad en función de los planes estratégicos y del conjunto del Plan de Ordenamiento Territorial, que próximamente presentará la administración a estudio del Concejo. En fin, considero que hay un núcleo central de asuntos que el informe de la contraloría no menciona o por lo menos al que no le concede la prioridad debida”, argumentó Jaime Caicedo.

Pidió del contralor distrital un juicioso estudio y pronunciamientos oficiales acerca de dos temas que en su opinión son trascendentales para la ciudad: el metro y la privatización de
la ETB.

“En relación con el metro, sería muy bueno que el contralor distrital ahonde sobre los alcances del famoso documento Conpes recientemente expedido, pues hoy no sabemos si lo firmado entre el señor Uribe y el alcalde Moreno tiene validez o no, si permite o no el avance del proyecto y en qué condiciones. Por el lado de la ETB, la ciudad tiene que conocer el criterio del contralor distrital en torno a la inminente y fatal consecución del socio estratégico, que traerá como consecuencia no sólo la pérdida de un patrimonio público construido por todos y todas en la ciudad, sino que hará un gran hueco en los ingresos de la ciudad destinados a la atención de problemas sociales. Esos son temas de gran envergadura que exigen la atención del contralor”.

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