miércoles, 28 de julio de 2010

Amistad, coexistencia en paz y respeto por la soberanía de los pueblos


Editorial VOZ.-Edición 2551. Semana del 28 de julio al 3 deagosto 2010

La situación provocada de forma planificada por el gobierno uribista que acusa a Venezuela de albergar guerrilleros colombianos, no es más que el remate de una política abiertamente hostil y guerrerista, de aislacionismo internacional frente a los pueblos de América Latina que han decidido un rumbo soberano e independiente de Washington. Este hecho es de suma gravedad por las serias implicaciones que tiene para la estabilidad política y la paz de la región y por los impactos que está generando en el plano socio económico para los pueblos de ambos países.

Las desmentidas denuncias del gobierno colombiano sobre presencia de efectivos de la guerrilla de las Farc y el ELN en territorio venezolano, se dan justamente el día en que el señor Fernando Tabares, ex jefe de inteligencia del DAS, imputó directamente al presidente Uribe Vélez las órdenes para adelantar las chuzadas y demás actos delictivos cometidos desde ese organismo de inteligencia estatal. Y cuando numerosos parlamentarios y personalidades, nacionales e internacionales develaban la más grande fosa común del hemisferio, en la región de La Macarena.

A lo largo de su gobierno, Uribe trató desesperadamente de extender a los países vecinos el conflicto interno colombiano y comprometer a sus gobiernos en la demencial guerra preventiva inspirada por el Pentágono, para justificar las incursiones ilegales en territorio de Ecuador, con el pretexto de atacar un campamento de Raul Reyes, y de la propia Venezuela con el secuestro de Rodrigo Granda y la intrusión de paramilitares. La actual ofensiva mediática y publicitaria del gobierno saliente busca profundizar la crisis de las relaciones entre Venezuela y Colombia para crear las condiciones de una embestida armada contra Venezuela y su proceso político. La presencia de militares norteamericanos en siete bases de nuestro país y el desembozado respaldo tecnológico y militar del imperio a las acciones agresivas del gobierno colombiano han creado una grave circunstancia en el continente. Indignamente, nuestro país sigue siendo usado por Washington como punta de lanza contra América Latina con la complicidad genuflexa de Álvaro Uribe.

Colombia reclama una nueva orientación en su política exterior, en dirección a la coexistencia en paz, el respeto mutuo, los acuerdos políticos, el diálogo diplomático respetuoso de la soberanía de cada nación y de la integridad de sus fronteras, que incluye el cese del hostigamiento permanente que las fuerzas paramilitares y agentes encubiertos del Estado colombiano realizan extraterritorial e ilegalmente, suficientemente conocidas por la opinión pública latinoamericana e insistentemente denunciadas por nuestros vecinos.

El PCC hace un llamado de alerta a la opinión democrática y al pueblo colombiano en su conjunto frente a la amenaza de agravamiento de la situación con Venezuela, incluidos actos de provocación militar o presiones del Comando Sur de los Estados Unidos.

El movimiento popular, las fuerzas de la izquierda con el Polo a la cabeza, los trabajadores (as) organizados (as) debemos fijar posición y actuar con presteza contra la amenaza de conflicto con el pueblo hermano. Entre las iniciativas inmediatas hay que destacar los encuentros de organizaciones sindicales, parlamentarios, organizaciones sociales y gremios dirigidos a reforzar la amistad, la cooperación, la solidaridad de nuestras naciones, y el compromiso de señalar y denunciar a los enemigos de la paz y la convivencia pacífica de pueblos hermanos, en el año que inicia las celebraciones del Bicentenario de la liberación del colonialismo.

VIVA LA AMISTAD PEREMNE DE LOS PUEBLOS DE COLOMBIA Y VENEZUELA

ATRÁS LOS ENEMIGOS DE LA PAZ Y LA CONVIVENCIA ENTRE NUESTRAS NACIONES

Partido Comunista Colombiano,

Integrante del Polo Democrático Alternativo

Bogotá, julio 26 de 2010

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