viernes, 13 de agosto de 2010

Lo importante es cómo continuar fortaleciendo la idea de una alternativa desde la izquierda




Entrevista a Jaime Caycedo
Secretario General del Partido Comunista
Integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PDA

Por:Héctor Arenas

Asistimos a una deriva de confrontación abierta al interior del PDA en un momento en el que la continuidad de las políticas de involución democrática en el país pareciera estar asegurada por los resultados de la elección presidencial y la conformación del Congreso Nacional. En lugar de un partido con propuesta alternas al orden de miseria material y espiritual , y a un decurso de pérdida absoluta de soberanía, un partido con una dirección ejemplar por su ética , su visión y la cordialidad entre los integrantes de su dirección , encontramos un partido enzarzado en disputas intestinas no exentas del privilegio de las ambiciones personales por sobre el sagrado deber de consagrar las energías a la redención de un pueblo sometido un prolongado y cruento proceso de exterminio e intimidación.

En esta tercera entrevista a integrantes del Comité Ejecutivo del PDA , las dos primeras : Iván Cepeda y Daniel García Peña , aparecieron en el periódico desde abajo www.desdeabajo.info , hemos escuchado las ideas de Jaime Caycedo Turriago, con el propósito de conocer diferentes ángulos de visión de una crisis que afecta las esperanzas de la mayor parte de un pueblo que anhela un referente verdaderamente alterno al orden de ambiciones , vanidades y no reparación en los medios que se utilizan para alcanzar los fines , que prevalece en la política colombiana.

H.A.: ¿Por qué razones el Polo Democrático Alternativo no estuvo en la primera línea de los resultados electorales para la Presidencia de la Republica?

Jaime: Creo que el Polo Democrático es el espacio y el escenario para una construcción de sectores de izquierda y de sectores que buscan crear una alternativa democrática en el país, pero es evidente que la fuerza de la crisis del régimen no condujo de manera mecánica, al surgimiento de esa alternativa. La izquierda no logró constituir un gran movimiento propio, pero tampoco hubo otras corrientes intermedias que pudieran hacerlo, y esto significa que la hondura de la crisis que estamos viviendo en la vida nacional, cultural y política, todavía no ha madurado lo suficiente.

Creo que las crisis tienen dos puntas; aquello que se descompone y no puede seguir funcionando y por otro lado, aquello que implica la batalla por una renovación, por una regeneración, por un gran cambio. Aparentemente en el caso nuestro con relación a lo de Uribe, ni la descomposición es total, ni lo nuevo ha surgido con la suficiente capacidad para constituirse en una amenaza seria y radical de cambio. Me parece que esta es una situación transitoria, viene una confrontación de la lucha social y la lucha democrática en el país por otros años y lo importante es cómo continuar fortaleciendo la idea de una alternativa desde la izquierda con un criterio de suma amplitud, es decir, una alternativa para el pueblo colombiano, no para la izquierda.
Se trata de construir las ideas desde la democratización profunda de la vida nacional y desde la intención de un cambio, de un salto a una forma de organización de la economía y de la sociedad que superen el capitalismo y que rompan la lógica capitalista actual.

H.A. : ¿ No es esencial en este tiempo un examen sereno de lo que aconteció con el PDA , un análisis desapasionado que permita identificar dónde pudieron ubicarse las fallas y los errores propios que afectaron la construcción de la unidad ejemplar que tanto precisa nuestra nación, sin más dilaciones?

Jaime Caycedo: Sin personalizar o señalar, hablemos de situaciones y realidades que están ahí y que no lograron ser removidas. Desde luego que el Polo es una construcción en proceso, no es movimiento plenamente acabado; el Polo es la construcción de una unidad, de un proceso de acercamiento de fuerzas de izquierda manteniendo identidades, manteniendo proyectos. Lo que ya de por sí es una gran paso adelante, pero que no ha terminado de compatibilizar la esencia programática de sus objetivos.
Hay un aspecto que a mi modo de ver es muy importante: el déficit de orden programático, y por lo tanto de definición de lo que quiere el Polo y hacia dónde va. Esto tiene mucho que ver con la calidad de la confrontación que se da en la lucha social y política, y en general en el escenario de la lucha de clases que hay en el país.

Digamos que la lucha de clases en Colombia está atravesada por fenómenos que algunos han llamado de polarización extrema, las posturas de la ultraderecha y su enorme peso en el poder para pretender aislar a los sectores que muestran opciones de desarrollo como fuerzas alternativas. Este procedimiento de polarización se ha traducido en la política, la propaganda y la publicidad en torno a la defensa de una postura del gobierno, y yo diría más que del gobierno, a una postura del régimen político, de concebir la guerra civil, la guerra entre colombianos, como un objetivo en donde no cabe nada distinto a la derrota del adversario.

Se trata del reaconductamiento del adversario; es decir, no cabe la idea de la democracia entendida como juego de opciones, de normas y de reglas; no cabe en la visión del régimen un visión de acuerdo, de negociación con la socialdemocracia para abrir un espacio democrático mínimo. La oligarquía colombiana se cierra a eso y la posición de la ultraderecha ha ido cerrando todas las vías que podrían dar acceso a un proceso de ir readaptando, de ir abriendo, de ir desarrollando una especie de revolución pasiva del tipo que desarrolló modernamente Gramsci; algo parecido a lo que ocurrió entre 1930 y 1946, una modernización democrática y un alivio de las tensiones sociales más gruesas de la vida social.

La visión polarizada de la confrontación y de la guerra civil, entendida como el estado normal en el país: el estado de guerra, fue lo que se impuso. Y logró por ocho años, hasta ahora, y en el tiempo anterior también, porque los ocho años del régimen de la “seguridad democrática” fueron la prolongación del periodo anterior de guerra sucia y de extermino, como lo evidencia el caso de la Unión Patriótica.

Creo, entonces, que hay una generación que se ha ido modelando en un ambiente de condiciones de extrema restricción en las posibilidades de pensar, de establecer vínculos con luchas democráticas anteriores, ó posibilidades de un país que se insertara mucho más en el destino común con América latina. Por consiguiente, la conclusión final es que el país se ha conservatizado, como lo han llamado algunos…

Tengo la impresión de que hay una influencia tremenda de una mentalidad de mucho temor, de miedo al cambio… Más que una conservatización, lo que uno observa es que ese temor se ha ido generalizando como una especie de un gran chantaje, en el que cualquier cambio en la vida nacional, cualquier apertura, cualquier signo de tolerancia, no es que nos vaya a conducir a un abismo, sino que esa apertura, ese cambio, no se puede tolerar.

El mecanismo disuasivo está entrando de antemano a juzgar cualquier futuro posible porque lo impide desarrollar. Y esta es una actitud de fuerza, de chantaje, de amenaza… y es una actitud que está corroborada con miles de muertos, que constituyen una prueba de que, desgraciadamente , ese camino hacia el cambio , de antemano está vetado; no por una norma ó por una ley, sino por un acto de poder arbitrario y dictatorial, camuflado bajo apariencias democráticas , que les cierra a muchas personas, sobre todo a las generaciones jóvenes, la posibilidad de inclinarse por soluciones de cambio, por alternativas del orden transformador.

Ahora, esto no es una fatalidad o un punto de llegada; es una situación transitoria, pero que ha impedido que la izquierda colombiana pueda presentarse en todos los escenarios como lo que realmente es: como una izquierda que mira en profundidad la crisis nacional, y que ha propuesto salir a sus problemas con soluciones propias, que no pueden seguir siendo macartizadas.
Desafortunadamente, entonces, no se ubica a la gente por la racionalidad de su postura de cambios o de transformación, sino por si es chavista o es antichavista; es decir el rasero de medición es un icono traído completamente de los cabellos… importado e impuesto como una amenaza mayor. El temor es que alguien en la izquierda se pueda parecer a Chávez, o pueda ser amigo de Chávez, o alguna vez saludo a Chávez, ¡esto no tiene razón de ser! ¡El país no puede juzgarse así!

Entonces, contra el Polo Democrático Alternativo durante todo este periodo de campañas electorales, de consultas internas en septiembre del año que pasó y de campañas parlamentarias y presidenciales, siempre se le miro y se le juzgo bajo el criterio, o de su cercanía con las FARC y de su posición frente a la lucha armada, o por su cercanía con Chávez. Solamente en las últimas semanas de la campaña presidencial, cuando el candidato presidencial logró poner en claro sus ideas y sus propuestas programáticas, la gente comenzó a advertir que el Polo no era simplemente el estereotipo que se había montado ideológicamente, sino que tenia propuestas y que tenia planteamientos. Y de allí naturalmente apareció una votación relativamente decente , que si bien no era la que se había obtenido hace cuatro años, de todas maneras le permite al núcleo de la izquierda pensarse en las condiciones de la lucha que viene, que no va a ser fácil, que va a ser compleja.

H.A. : “De pensamiento es la guerra mayor que se nos ha hecho, venzámosla a pensamiento” decía José Martí en el momento de construcción del Partido Revolucionario Cubano. Toda esta campaña de estigmatización del Polo Democrático, todo este proceso conducente a generar temor en la sociedad hacia una formación política alternativa al orden imperante, era y es un hecho. Pero, ¿Que ocurrió al interior del PDA para que no se logrará presentar a nuestra población una alternativa: un partido ejemplar?

Jaime: Todo depende de las circunstancias del momento, de la coyuntura. Cuatro años atrás el Polo hizo una consulta interna abierta entre dos precandidatos presidenciales: Carlos Gaviria y Antonio Navarro, casi todo el mundo daba por ganador a Navarro por su trayectoria, su experiencia, su tradición, y sin embargo el resultado fue otro. Es decir, fue una consulta abierta como se planteó en el mes de septiembre del año anterior. Por qué cambiaron las relaciones de fuerza entre Gaviria y Petro, en relación a lo que habían sido cuatro años atrás entre Gaviria y Navarro. Esa es la pregunta que nos formulamos. Es cierto que es una situación distinta, que hay un proceso de retraimiento del Polo por varias razones. Una de ellas, por la ausencia de lo que yo llamaría una dirección política, el Polo ha carecido durante periodos enteros de una dirección política, no me refiero a un cuadro de personal con capacidad dirigente, sino a una coherencia de formulaciones compatibles con la lógica de un programa elemental - que está contenido en un ideario de unidad, o de un embrión de programa que está en su ideario de unidad - en relación con problemas cruciales de la vida nacional.

¿Qué problemas cruciales de la vida nacional median entre 2006 y 2010? Median las famosas marchas contra las FARC, media la intervención en Ecuador, el aplastamiento de un grupo de las FARC que estaba allí, y todo el conflicto ulterior con Ecuador, median los intentos de participación del gobierno de Venezuela en la ayuda para avanzar hacia acuerdos humanitarios, y todas la idas y contra-venidas del gobierno de Uribe, pretendiendo sacar partido en contra de Venezuela y en función de un deterioro de las relaciones binacionales en el plano diplomático.

Y frente a estas circunstancias ¿Cuál es la posición del Polo? , es una posición , en general , vergonzante; es una posición de dar un paso atrás y de camuflarse, incluso algunos que habían sido muy amigos de Chávez , a renegar de la amistad de Chávez ; y es una actitud también distante frente a procesos de intercambio humanitario , en los que intermedió Venezuela, por ejemplo; procesos en los que jugó un papel muy importante la senadora Piedad Córdoba , teniendo una posición política consecuente desde el punto de vista de su postura , muy clara; y esta no fue la posición del Polo, por lo menos coherentemente desde su dirección.
El Polo no se ocupó del problema del intercambio humanitario en ese momento; el Polo asumió una actitud de no meterse en ese tema de la paz o la guerra porque se consideraba en algunos sectores, que tienen cierto peso, que ese no es un tema dominante; hay otros sectores del PDA que pensamos que el tema de la paz y la guerra es un tema central en la vida nacional y que por lo tanto no se puede subestimar, ni se puede silenciar una postura frente a esto. Y creo que hay otros factores, por ejemplo la elección del Procurador General fue muy cuestionada por la votación de varios de los senadores, con la excepción de Gloria Inés Ramírez, que no podía votar, porque estaba impedida para hacerlo, y además se pronunció en contra del candidato apoyado por los demás, y la excepción de Jorge Robledo que también se opuso al nombramiento de esta persona. Los otros no tienen ninguna explicación para decir cuál es la razón por la cual votaron y dieron ese apoyo. Estas son dimensiones que han afectado la cohesión del Polo.
Hay una consulta en septiembre del 2009, donde perdemos los que creemos en la opción de Carlos Gaviria, gana Petro, pero la campaña que se viene y la campaña que venía de atrás, es muy crítica de un sector del Polo encabezado por Petro contra el resto de los compañeros del Polo; y naturalmente con un sesgo anti-izquierdista, un sesgo relativamente anti-intelectual, si se quiere, que va sentando una situación de aislamiento frente a la gente.

Es decir, mucha gente, y esto lo vimos nosotros en medios de la izquierda, en medios universitarios, en medios sindicales, no querían saber nada del Polo, no era un problema exclusivamente con Pero, era un problema con el Polo. Es decir, la gente sentía rabia de que alguien en el Polo habiendo quedado ungido como candidato presidencial mayoritario, sin embargo asumiera contra el Polo y contra dirigentes del Polo una actitud de señalamiento absolutamente incoherente, una actitud fuera de todo contexto: culpar a miembros del Polo de vinculación con guerrilla, decir que no se han definido, que ese es uno de los problemas que hay en el Polo. …
Por eso a mí me parece que estos son problemas importados de las posiciones de la derecha en el país, que no tiene sentido que sean los temas que pretendan definir al Polo ò a sus miembros, con relación a una u otra cosa.

La pregunta que me haces de cuál era la posición del Polo, la verdad es que no había posición. Había una confrontación sobre temas que obviamente deberían haber tenido una acción de unidad, una concepción unificada del tema, así se mantuvieran diferencias, pero destacando los elementos que unificaban el PDA y no los que separaban. Filosóficamente no hay una unidad de criterios en el Polo con relación a muchos temas, hay ideas relacionadas de manera general, pero que el Polo tenga una unidad ideológica no es cierto. El PDA no tiene una unidad ideológica. Hay sectores más afines unos con otros.

¿Que consideración le merecen los resultados de la Alcaldía mayor de Bogotá y los serios cuestionamientos que han tenido lugar con relación al tema de corrupción?

Creo que la primera administración de Bogotá por parte del PDA que fue la de Lucho Garzón, resultó sin habérselo propuesto. Hubo mucho de improvisación, desde luego, y también hubo mucho aprendizaje: las múltiples enseñanzas que deja una primera experiencia. Es necesario destacar la decisión de la administración de haber tomado como eje central el tema del hambre, así se dio la campaña de Bogotá sin hambre, que fue una cosa muy importante en su momento.

También fue importante el haber tomado en cuenta el tema de la convivencia y de una ciudad para que los derechos humanos rijan y no donde no debía haber ningún tipo de diferencia frente a los problemas desde las desigualdades sociales, por lo menos como formulación fue muy importante.

El segundo gobierno del PDA en Bogotá, el de Samuel Moreno, hereda una trayectoria, pero no con la misma sensibilidad social. Es importante destacar luego el aspecto educativo que se conjuga de un gobierno a otro, en el tema de la gratuidad de la enseñanza secundaria, pública; la continuidad de la alimentación, de los comedores escolares, la continuidad de la política de los mercados, de los comedores populares, son factores muy importantes, como lo es también el intento por mantener perfiles de la política de salud que entran en contradicción con la Ley 100 y con la política nacional.

Todo esto en un marco que no es el de una primera administración que llegaba sin saber prácticamente nada, sino una administración que en cierta forma era un segundo aliento de los procesos, y en la que desde luego hay que mirar con más cuidado las dificultades.

En el caso de Bogotá, para el gobierno del Polo las dificultades no han sido de orden económico, porque afortunadamente Bogotá ha tenido una economía relativamente saneada. Las dificultades son problemas que tienen que ver más con los énfasis y en especial el énfasis de lo social, que a pesar de seguir existiendo en la ciudad, no se traduce todas las veces en decisiones que tiendan a favorecer a las poblaciones más afectadas por la crisis o por el desempleo.

En este sentido hay una preocupación en el horizonte de responsabilidad del Polo como tal, y de la política individualmente considerada de un Alcalde. El Alcalde es el que hace y diseña la política de coalición , y siguiendo la tendencia que ya se había perfilado entre los años 2003 y 2007, pues se basa fundamentalmente en acuerdos con sectores tradicionales del poder en Bogotá, especialmente el samperismo ; y luego con otros sectores que incluso hacen parte de una denominada oposición en el Distrito, sectores de la derecha: el partido de la U, Cambio Radical, el Partido Conservador - aún cuando hay sectores conservadores que están haciendo parte del gobierno actual- son sectores que de todas maneras tienden a integrase, incluso a tener una mayor responsabilidad, más que el Polo, en las políticas públicas del Distrito.

Actualmente el Secretario de Gobierno no es del Polo, el Secretario de Hacienda nunca la fue, la Directora de Planeación no lo es, la directora que había del IDU venía desde Peñaloza y el nuevo director que trajeron desde Manizales, pues es un señor que aparentemente viene del uribismo; es decir, uno dice que no hay como una postura clara de destacar la presencia de la izquierda en el gobierno, de manera que si se equivoca el gobierno distrital , sea porque se equivoco la izquierda y los cuadros de la izquierda.

Por ejemplo, estuvo Abel Rodríguez en la Secretaría de Educación y salió por los enredos conocidos, pero quien lo sucedió en la Secretaría, que es una Secretaria muy importante , tiene un perfil bajo y una postura de poco compromiso con el Polo; en la Secretaría de Desarrollo Económico estaba la señora Mónica de Greiff y fue remplazada por la doctora María Barragán; en síntesis, hay un intento de que haya presencia del PDA , pero en general el Polo no tiene en las carteras más estratégicas una presencia responsable y propia. Por ejemplo, hemos tenido todos estos líos de la malla vial, del transmilenio por la calle 26, de los contratos con los señores Nule, pero todo esto venia de atrás, pero entonces también con el cuento de que esto venia de atrás no hay ninguna circunstancia de cambio que permita recuperar lo que le corresponde a la ciudad con relación a estos temas.

¿Qué va a pasar con esto?, no sé… La gente juzgará. De todas maneras si nos cabe una diferenciación con esa actitud del gobierno Distrital. Por ejemplo nosotros no podemos aceptar, y el Polo lo ha definido así tanto en su dirección nacional, como Distrital, la privatización de la empresa de telecomunicaciones de Bogotá (ETB), que viene en camino, y que está a punto de plasmarse, como algo que tuviese que aplicarse de manera fatal… nosotros decimos que el Alcalde perfectamente podría hacer veinte cosas distintas relacionadas con eso para derrotar la posibilidad de esa privatización.

Se vislumbra, entonces, un horizonte con muchos interrogantes. Las elecciones de marzo y de mayo mostraron que se mantiene una franja del Polo en Bogotá, más o menos entre 250 y 300 mil votos, que es una especie de franja fiel del Polo. Pero para la elección de

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