El PDA ha acordado, por unanimidad de su dirección, invitar a no votar por ninguno de los dos candidatos de la segunda vuelta presidencial el 20 de junio. La búsqueda de un acuerdo sobre puntos mínimos con el partido verde y su candidato Antanas Mockus tuvieron una respuesta negativa.
Tales puntos incluían: la superación de la influencia de la mafia sobre el Estado Colombiano; verdad, justicia y reparación sobre los crímenes de lesa humanidad y el cese del hostigamiento al poder judicial, a los partidos de oposición y a los movimientos sociales; la aplicación de una política para extinguir la propiedad de la tierra en manos del narcotráfico y las mafias, y su entrega a los campesinos, a las víctimas y a los desplazados; para el mejoramiento de las relaciones con los países vecinos, la invitación a acordar una nueva política de relaciones internacionales de Colombia basada en la soberanía política, económica y militar y fundada en el respeto a los principios del derecho internacional; a partir de la afirmación de que la vida y los recursos del erario son sagrados, la creación de sistemas públicos en los que la salud y educación sean derechos humanos fundamentales.
Las fuerzas democráticas rechazan la maquinaria guerrerista ligada al narcoparamilitarismo que ha copado la dirección del Estado colombiano y pretende perpetuarse en la candidatura de Santos. No hay “unidad nacional” posible con un régimen sin autoridad moral, con las manos ensangrentadas, con total impunidad de los crímenes de Estado y la peor sumisión a la corriente más reaccionaria del imperio.
De su parte, la actitud de Mockus no indica distancia ni mucho menos ruptura con las líneas fundamentales del régimen creado por la ultraderecha y, en particular, con las políticas antipopulares del neoliberalismo. Los jefes uribistas en su partido, encabezados por el ex alcalde Enrique Peñalosa, frustraron las aspiraciones unitarias de muchos votantes verdes. El macartismo en la decisión del partido verde cierra el camino de una convergencia posible contra el continuismo.
Santos intenta un nuevo aire de legitimidad al régimen, cuando se han dado claras demostraciones de su crisis. La maquinaria y el fraude no pueden sustituir el sentir del pueblo. Tampoco logró el Polo por su parte conformar una alternativa democrática con la fuerza suficiente para llegar a la segunda vuelta. La actitud de Mockus muestra la inconsecuencia política del autodenominado “centro”, su vocación conciliadora y la castración de los objetivos de un cambio y una paz democráticos reales.
La lucha de la oposición avanzada, tiende la mano a todos los sectores contrarios al actual rumbo del país, les propone la unidad en la acción social y política, para avanzar en el desmonte del aparato narcoparamilitar gobernante, por una salida hacia la paz con soberanía, las reformas sociales que liberen a los trabajadores del pago de la crisis y la apertura política para un nuevo poder con libertades, plenos derechos humanos, verdad, justicia, reparación y acercamiento con los procesos de cambio de América Latina.
La tarea esencial del momento es reagrupar a las fuerzas progresistas y democráticas del país. En consecuencia, el Partido Comunista Colombiano llama al pueblo a la Abstención Activa contra el continuismo y ratifica el llamado a fortalecer la unidad del Polo y su definido compromiso con la lucha popular.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
INTEGRANTE DEL PDA
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