La ETB es patrimonio estratégico de Bogotá
El rotundo fracaso de la búsqueda del socio estratégico por parte de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, si bien termina por mantener el patrimonio público, es una muestra más de la incompetencia y la incapacidad del grupo directivo que la controla, para trazar derroteros coherentes con los intereses colectivos. El interés de la ciudad está por encima de los voraces apetitos del sector financiero y de los privatizadores, enquistados hoy en la ETB.
Es indispensable e inaplazable la remoción total de esa cúpula directiva y es hora de señalar responsabilidades públicas por el desmanejo de la empresa. Pero también resulta ineludible que el alcalde Samuel Moreno tome la decisión, insistentemente solicitada por el concejal Jaime Caicedo, de reversar de forma inmediata la nefasta “Declaración del Accionista Mayoritario”, promulgada por el entonces alcalde Antanas Mockus, mediante la cual hizo que la ciudad renunciara a la administración de la empresa, a pesar de ser su accionista mayoritaria, y dejara en manos de los accionistas minoritarios su control, especialmente en cabeza del Grupo Sarmiento Angulo. La ciudad debe recuperar el control accionario pleno de la ETB.
La empresa debe dedicar toda su atención al desarrollo de sus productos, a mejorar sustancialmente los dramáticos indicadores de calidad del servicio al usuario, la ampliación de su capacidad tecnológica para facilitar a los ciudadanos (as) el acceso a sus derechos, elevar la productividad y la eficiencia de la economía, la movilidad, los servicios públicos y, en fin, a fortalecer la ETB para enfrentar con decisión la avidez de los aparatos transnacionales que monopolizan el mercado nacional.
La ETB requiere decisiones urgentes que proyecten su papel como prestador de servicios de telecomunicaciones en Bogotá y en el resto del país, aprovechando su fuerte infraestructura de red y sus demás ventajas competitivas, para llevarla al lugar que le corresponde. Si tales medidas no se toman y continúa el desgobierno de la empresa bajo control privado, no nos sorprendamos si en algunos meses terminan entregándonos el cadáver de lo que hasta hoy ha sido uno de los principales patrimonios de la ciudad.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
Integrante del Polo Democrático Alternativo
El rotundo fracaso de la búsqueda del socio estratégico por parte de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, si bien termina por mantener el patrimonio público, es una muestra más de la incompetencia y la incapacidad del grupo directivo que la controla, para trazar derroteros coherentes con los intereses colectivos. El interés de la ciudad está por encima de los voraces apetitos del sector financiero y de los privatizadores, enquistados hoy en la ETB.
Es indispensable e inaplazable la remoción total de esa cúpula directiva y es hora de señalar responsabilidades públicas por el desmanejo de la empresa. Pero también resulta ineludible que el alcalde Samuel Moreno tome la decisión, insistentemente solicitada por el concejal Jaime Caicedo, de reversar de forma inmediata la nefasta “Declaración del Accionista Mayoritario”, promulgada por el entonces alcalde Antanas Mockus, mediante la cual hizo que la ciudad renunciara a la administración de la empresa, a pesar de ser su accionista mayoritaria, y dejara en manos de los accionistas minoritarios su control, especialmente en cabeza del Grupo Sarmiento Angulo. La ciudad debe recuperar el control accionario pleno de la ETB.
La empresa debe dedicar toda su atención al desarrollo de sus productos, a mejorar sustancialmente los dramáticos indicadores de calidad del servicio al usuario, la ampliación de su capacidad tecnológica para facilitar a los ciudadanos (as) el acceso a sus derechos, elevar la productividad y la eficiencia de la economía, la movilidad, los servicios públicos y, en fin, a fortalecer la ETB para enfrentar con decisión la avidez de los aparatos transnacionales que monopolizan el mercado nacional.
La ETB requiere decisiones urgentes que proyecten su papel como prestador de servicios de telecomunicaciones en Bogotá y en el resto del país, aprovechando su fuerte infraestructura de red y sus demás ventajas competitivas, para llevarla al lugar que le corresponde. Si tales medidas no se toman y continúa el desgobierno de la empresa bajo control privado, no nos sorprendamos si en algunos meses terminan entregándonos el cadáver de lo que hasta hoy ha sido uno de los principales patrimonios de la ciudad.
PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO
Integrante del Polo Democrático Alternativo
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