Por Nelson Lombana Silva
La ambición personal de Gustavo Petro le impide dimensionar la crisis social, política y económica que vive el país, en las garras criminales de la seguridad democrática y el terrorismo de Estado del presidente Álvaro Uribe Vélez y su combo mafioso con la directa hegemonía de los Estados Unidos.
La ambición personal de Gustavo Petro le impide dimensionar la crisis social, política y económica que vive el país, en las garras criminales de la seguridad democrática y el terrorismo de Estado del presidente Álvaro Uribe Vélez y su combo mafioso con la directa hegemonía de los Estados Unidos.
Propuso en alguna oportunidad que había que hacer alianza con Uribe para acabar con la insurgencia, luego, que no todo lo del tratado de libre comercio, TLC era malo. Lo último, es que hay que hacer una montonera de partidos de derecha e izquierda para ganar la presidencia. ¿Es posible semejante exabrupto? ¿Cómo se sentiría el señor Petro votando por Cesar Gaviria Trujillo, por ejemplo?
El poder embriaga y lo lleva a extremos insólitos. Fue uno de los que votó por el procurador general de la nación, el mismo que no tuvo escrúpulos en Bucaramanga en incinerar libros de Carlos Marx, Federico Engels, V. I. Lenin y el mismo Nobel Gabriel García Márquez, al estilo nazi y "santa inquisición".
Es necesario mirar el espejo retrovisor para analizar el comportamiento del citado senador. Él sale de las entrañas del M – 19, movimiento que negoció su lucha por unas curules en el congreso y unos cuantos millones de pesos.
Sostiene el prestigioso escritor y periodista colombiano exiliado en Europa, Hernando Calvo Ospina, que Antonio Navarro Wolf, facilitó un escaño en la asamblea nacional constituyente de 1991, a un paramilitar del Magdalena Medio. Semejante decisión a espaldas de sus seguidores.
"Antonio Navarro Wolf, jefe del M -19 – dice - le facilitó a los paramilitares del Magdalena Medio tener un cupo en la asamblea constituyente. Todo a espaldas de sus seguidores". [1]
"Antonio Navarro Wolf, jefe del M -19 – dice - le facilitó a los paramilitares del Magdalena Medio tener un cupo en la asamblea constituyente. Todo a espaldas de sus seguidores". [1]
Carlos Alonso Lucio, ex guerrillero del M – 19, principal asesor del show de Santafé de Ralito, calificado acertadamente por el semanario VOZ La verdad del pueblo de "Yo con Yo", pues paramilitarismo y gobierno es una misma cosa, el 15 de julio de 2003, se firma el "pacto" y el 1º de julio 2004, en la instalación de la mesa de negociación no tuvo recato en afirmar: "Que los 20.000 que están armados y uniformados sean entregados directamente a las fuerzas armadas". [2]
Gustavo Petro, ¿Desconoce esto? Me temo que no. Como también considero que no puede desconocer la burla monstruosa, la impunidad galopante que significa la ley de justicia y paz, aprobada por el congreso el 21 de junio de 2005, y sancionada cuatro días después por el presidente Uribe.
Entre sus perlas se cuentan el estatus político a los paramilitares, la impunidad y la legalización de los crímenes de lesa humanidad, pues las penas son apenas simbólicas.
Sobre el particular, afirma el ex ministro de Justicia, Enrique Parejo González: "Por definición, un proceso de paz sólo tiene lugar entre contendientes, es decir, entre adversarios que libran una guerra entre sí y deciden adelantar conversaciones para definir las condiciones que les permitan ponerle fin al conflicto que los enfrenta, en ese sentido es inconcebible un proceso de paz entre amigos o entre partidarios de una misma causa". [3]
El Alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, sostuvo sobre este esperpento jurídico: "Abre la puerta de la impunidad"; Amnistía Internacional, por su parte, expresó: "Contrato con la impunidad"; el influyente periódico de Estados Unidos, The New York Times, subrayó en el editorial del 4 de julio de 2005, de igual manera, la impunidad predominante y abierta en esta norma constitucional.
Pero hay algo más, que no creo que ignore el señor Petro: El promedio de asesinatos de los paramilitares, según Hernando Calvo Ospina en el libro citado, entre 1988 – 2002, período en el cual todavía no se había declarado el "pacto", era de 1078. Entre 2003 – 2004, ya metidos en el siniestro show, la cifra promedio anual es de 1173, aproximadamente, unos 2350 crímenes.
Una más. Entre 2003 – 2004, aumentó el porcentaje de violaciones a mujeres por parte de estas "criaturas" engendradas por el mismo Estado en un 250%, según Calvo Ospina tomando como fuente el banco de datos sobre violencia política del Cinep y de justicia y paz www.nocheyniebla.org
El asesino Carlos Castaño Gil, limpiada su imagen cuidadosamente por los medios masivos adictos al régimen uribista, dijo en el 2003, después de la supuesta desmovilización: "Por fin vamos a dejar de ser la amante y pasar a ser la esposa". [4]
Finalmente, pienso que el señor Petro no ignora que estas duras realidades no son cosas del pasado, son del presente y serán del futuro, mientras predominen el sistema capitalista y el modelo neoliberal. En ese sentido, el apetito personal debe superarse por el social. En esa tarea, deben contribuir decididamente los seguidores del senador. No creo que ignore la lucha de clases, descubierta por Carlos Marx y Federico Engels.
Gustavo Petro debe comprender que el momento coyuntural exige unidad de la izquierda, del Polo Democrático Alternativo, sobre todo unidad en la acción, en la movilización. Porque el Polo debe salir fortalecido del II congreso nacional y naturalmente del I congreso Joven a realizarse en la ciudad musical de Colombia, Ibagué.
Ibagué, enero 7 de 2009
[1] CALVO OSPINA, Hernando. Colombia, laboratorio de embrujos, Democracia y Terrorismo de Estado. Foca, ediciones y distribuciones generales, 2008. página consultada 216.
[2] Ibíd. Página consultada 328
[3] Ibíd. Página consultada 329
[4] Ibíd. Página consultada 331
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